¿De dónde viene nuestro afán por saborear deliciosos cortes de carne? ¿Será acaso la textura y el aroma? ¿Tal vez la mezcla de jugos y las notas a carbón en la boca? ¿La suavidad de la carne? Quizá al dar la primera mordida, entramos en contacto con nuestra memoria ancestral y recordamos lo que sintieron los primeros hombres al descubrir el fuego.
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Tal vez por eso siempre guardamos un lugar especial para las parrilladas, que nos invitan a prender el asador, estar en familia, preparar los ingredientes, preocuparnos por el carbón y la madera, el punto de cocción y, por supuesto, por los cortes y complementos que vamos a elegir para la ocasión. Para que no batalles ni te quiebres la cabeza, puedes pedir tus ingredientes por medio del celular, para ello te recomendamos utilizar la app de Superama, donde encontrarás frescura y calidad en cada corte.
A continuación, te presentamos 3 opciones imperdibles para sorprender a tus invitados en la siguiente parrillada. ¡Manos a la obra!
Corte clásico: T-bone
Una parrilla no está completa sin un T-bone, cuyo nombre proviene del hueso con forma de T que lo atraviesa. Este corte se realiza de forma transversal a las costillas, de tal forma que se incluyen dos piezas de carne distintas, una a cada lado del hueso: el solomillo, que es la parte más pequeña, y el entrecot.
¿Cómo prepararlo? Si quieres impresionar a tus comensales, prepara un sazonador con sal, comino, azúcar morena, paprika y cilantro molido. Espolvorea los filetes y deja reposar 15 minutos. Calienta la parrilla y coloca los filetes a fuego medio. Voltea cada 4 minutos hasta que estén ligeramente dorados. Deja enfriar unos minutos y acompaña con tu guarnición preferida.
Para impresionar: Tomahawk
El tomahawk steak es un grueso filete con hueso de presentación impactante, que proviene de las costillas anteriores. Es un corte grasoso, pues tiene mucha grasa intermuscular e intramuscular, que junto con el hueso de la costilla, le otorga gran sabor y una jugosidad excepcional.
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¿Cómo prepararlo? Sazónalo con sal y coloca a fuego directo a una temperatura de 315 °C durante 5 minutos por cada lado o hasta lograr una capa de color caramelo. Después, aléjalo del fuego directo y continúa cocinando a 177 °C o hasta que el corte llegue a una temperatura interna de 55 °C. Deja reposar algunos minutos, corta en rebanadas y acompaña con cebollas caramelizadas.
El más balanceado: Rib-eye
Es un corte de res sumamente popular debido a que no contiene hueso ni cartílago, lo que brinda el balance adecuado de grasa y músculo que lo hacen perfecto para una parrillada.
¿Cómo prepararlo? Cocina tu corte rib eye a fuego indirecto, a unos 160 °C, durante una hora. Posteriormente, barniza con salsa BBQ y deja que se siga cociendo por 10 minutos más. Como guarnición puede optar por verduras asadas a la parrilla y las salsas de tu preferencia.
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