Tuvimos que esperar casi dos años para volver a vivir el evento más grande de los vinos mexicanos: Nación de Vinos.
En la versión de 2018, entre la presencia de diversas personalidades gubernamentales y del gremio vitivinícola, se reunieron más de 80 expositores nacionales de vino, así como algunos de Australia, el país invitado.
Foto: Cortesía
Esta vez, 10 estados de la república estuvieron representados por al menos una bodega de vitucultores: Aguascalientes, Nuevo León, Baja California, Coahuila, San Luis Potosí, Chihuahua, Sonora, Querétaro, Zacatecas y Guanajuato.
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Como parte de la inauguración, se entregaron los Premios México que reconocían a las figuras y bodegas más emblemáticas de la industria. Algunos de los premios que se entregaron fue el de Arquitectura otorgado a la bodega Don Leo, gracias a su estilo de construcción alemana en Parras, Coahuila y el premio post mortem de Hans Backhoff. Se reconoció también la trayectoria de Hugo D’acosta, el enólogo detrás de Casa de Piedra que ha contribuido enormemente al desarrollo tecnológico y la difusión de la industria en el Valle de Guadalupe.
“Me enorgullece ver a las nuevas generaciones tomando las riendas de lo que para mí será la viticultura más moderna de Latinoamérica”, explicó tras recibir el premio.
En el marco del primer día de Nación de Vinos, también se entregaron los reconocimientos a los ganadores de medallas en el Concurso Mundial de Bruselas, en el que Hacienda Encinillas de Chihuahua se llevó la anhelada Gran Medalla.
Estos son solamente algunos de los highlights de Nación de Vinos, pero es un evento que merece toda nuestra atención, especialmente por el gran momento que viven los vinos mexicanos actualmente.